Ritchey ofrece dentro de su extensa colección de productos diferentes cuadros de bicicleta de acero. En TopBici ya os hemos hablado en anteriores ocasiones del Road Logic de carretera, el Outback de gravel y el Ascent de mountain bike. Esta vez os queremos mostrar el que quizás sea el modelo más conocido e icónico de la marca californiana: el Swiss Cross.
Este polivalente cuadro es apto para numerosos usos, desde el ciclocross al gravel, el ciclismo de aventura o incluso la carretera. Dependiendo del montaje que hagamos en él, se adaptará más o menos a la práctica específica que queramos hacer. Afortunadamente, Ritchey cuenta también con una amplísima gama de componentes y accesorios de todo tipo con los que podremos personalizar nuestra bicicleta hasta el más mínimo detalle.
El Swiss Cross toma su nombre de uno de los primeros ciclistas que corrieron para Ritchey, el suizo Thomas Frischknecht, todo un especialista en ciclocross y mountain bike. Más de veinticinco años después de algunas de sus gestas, este cuadro sigue siendo uno de los productos más emblemáticos de la firma estadounidense.
Para continuar proporcionando altas prestaciones en carreras de CX y gravel, el Swiss Cross se ha actualizado con frenos de disco con anclaje flat-mount, ejes pasantes de 12 mm, compatibilidad con neumáticos más anchos (hasta 700x40c) y otros muchos detalles que siguen haciendo de él un cuadro actual pese a su estética clásica.
Máxima polivalencia
El Ritchey Swiss Cross está fabricado en acero de triple conificado y sus tubos están unidos con soldaduras TIG. Resistente y duradero, no es lógicamente tan ligero como un cuadro de carbono o aluminio, aunque con sus 1,95 kilos (en talla L) no es excesivamente pesado.
Se encuentra acompañado por la horquilla de fibra de carbono Ritchey WCS Carbon Cross Disc, de 430 gramos, que contribuye a aumentar las prestaciones del cuadro.
Geometría tradicional, cableado exterior y un diseño sobrio y elegante le dan una imagen muy atractiva y atemporal. A pesar de ello, cuenta con detalles y características actuales, como la tija de sillín de 27,2 mm de diámetro para un mayor confort o compatibilidad con transmisiones de doble plato y monoplato.
Por todo ello, el Swiss Cross es una base perfecta para construir diferentes tipos de bicicletas. Así, con un montaje adecuado, es apto para competir en gravel y ciclocross, practicar ciclismo de aventura o hacer largas rutas más relejadas en carretera o fuera de ella.
El cuadro de ciclocross y gravel Ritchey Swiss Cross está disponible en seis tallas (XS / S / M / L / XL / XXL) y color negro por un precio de 1.612,40 euros. Se puede comprar directamente en la web de la marca americana.
Galería de fotos
La historia del Ritchey Swiss Cross