El Campeonato del Mundo de MotoGP está a punto de comenzar. Para llegar en forma a este inicio de la temporada, muchos pilotos utilizan la bicicleta en sus entrenamientos. Uno de ellos es Jorge Lorenzo, que estas últimas semanas ha hecho un sprint final en su puesta a punto para empezar la competición a pleno rendimiento.
Seguimos al tricampeón del mundo de MotoGP durante una jornada de trabajo para descubrir cuáles son sus claves para ser competitivo. Una de ellas es sin duda la bici, una Wilier Cento10Air más concretamente, con la que entrena a menudo.
Lorenzo sube en bicicleta el puerto de montaña de Ordino-Arcalís, en Andorra, dos veces por semana para acostumbrarse a trabajar a 170 pulsaciones por minuto, las mismas a las que llega cuando compite en un Gran Premio. Este entrenamiento ciclista es una de las rutinas más intensas en la preparación del piloto mallorquín. Los 1.200 metros de desnivel y 20 kilómetros de longitud de este puerto pirenaico suponen “un tramo muy duro”, admite Jorge, “pero es necesario para poder alcanzar unas pulsaciones altas y acostumbrar mi cuerpo a las condiciones que tendré en la competición”, comenta.
Jorge Lorenzo entrena de cinco a siete horas diarias. “Me tomo muy en serio la preparación física y acostumbro el cuerpo a sufrir”, asegura el piloto de Ducati. Las sesiones de bicicleta se complementan con rutinas en el gimnasio, con ejercicios para fortalecer los músculos más implicados en la conducción de su moto: abductores, tríceps, pectorales y dorsales.
La alimentación también forma parte del entrenamiento. “Es importante estar fuerte, pero también pesar lo menos posible”, añade Lorenzo. Su entrenador y nutricionista le ha confeccionado una dieta donde abundan ensaladas, pescados y arroces. La comida japonesa, una de las pasiones de Jorge, está permitida, pero limitando la ingesta de arroz a 80 gramos. Todo esto le permite tener un índice de grasa corporal del 8%, al nivel de un atleta de pista.
Para el piloto de MotoGP es importante prepararse físicamente, pero también hacerlo de forma segura. “Cuando entreno en bicicleta por carretera siempre me escolta mi León Cupra para que los coches me adelanten de la manera más segura posible. Así minimizo riesgos”, declara el embajador de SEAT. Para bajar los puertos de montaña Lorenzo carga su bicicleta en el coche. “Hay que intentar alargar la vida deportiva al máximo y el coche nos ayuda a evitar riesgos innecesarios”, concluye el español.
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