Greg Van Avermaet ha puesto la guinda a un inicio de temporada magnífico al imponerse en la París-Roubaix, la reina de las clásicas. El belga del BMC suma así su primer triunfo en el Infierno del Norte, una durísima carrera de 257 kilómetros entre Compiègne y el velódromo de Roubaix en la que el pavés, cómo no, fue determinante.
FOTO: BMC Racing Team
El campeón olímpico no lo tuvo fácil, ya que sufrió una avería poco antes del mítico bosque de Arenberg, lo que le obligó a esforzarse para enlazar con el grupo delantero. En el tramo final de la París-Roubaix, en el Carrefour de l’Arbre, Van Avermaet atacó y se llevó consigo al checo Zdenek Stybar (Quick-Step Floors) y al holandés Sebastian Langeveld (Cannondale Drapac), que le acompañaron hasta la línea de meta y a los que batió en el sprint final.
Por detrás, ni un desafortunado Peter Sagan, al que las averías volvieron a jugar una mala pasada, ni Tom Boonen, cuatro veces ganador en Roubaix, pudieron dar caza a Van Avermaet y compañía. Cabe mencionar que ésta era la última carrera como profesional de Boonen, que no podía sumar así un quinto triunfo en este monumento del ciclismo.
Con esta victoria, Greg Van Avermaet se ha impuesto este 2017 en cuatro clásicas: Omloop Het Nieuwsblad, E3 Harelbeke, Gante-Wevelgem y París-Roubaix, además de ser segundo en la Strade Bianche y el Tour de Flandes.
