La industria ciclista se mueve en Bélgica con paso firme en los últimos años. En uno de los países con mayor tradición en nuestro deporte, las marcas del sector no quieren vivir sólo de la herencia del pasado, sino que miran al futuro con ambición. Una buena muestra de ello es uno de los proyectos que se están ultimando en tierras belgas: el túnel del viento Flanders’ Bike Valley.
Esta instalación estará lista a finales de 2015 y pretende ser un foco de innovación no sólo para el ciclismo, sino que también en otros campos y materias y para otras muchas aplicaciones como la investigación científica o el desarrollo industrial. La interacción y el aprovechamiento de las sinergias entre las diferentes compañías implicadas es otro de los objetivos de esta iniciativa.
El Flanders’ Bike Valley estará situado en la localidad de Paal, justo al lado de la factoría de Ridley. Y es que la marca de bicicletas belga es una de las grandes impulsoras de este proyecto y una de sus cinco fundadoras, entre las que también se encuentran otras dos firmas del sector: Lazer y BioRacer. De todas formas, en estos momentos son ya 27 los miembros que forman parte del consorcio que creará esta instalación. Además, no falta el apoyo de las autoridades locales, que también han jugado un papel importante en el impulso del Flanders’ Bike Valley, una iniciativa que ha requerido una inversión de entre 1 y 2 millones de euros..
El túnel del viento que se creará en Flandes será especial para bajas velocidades, por lo que estará adaptado a las necesidades del ciclismo y ayudará a mejorar la aerodinámica de bicicletas, componentes, accesorios y ropa, entre otros usos. En Europa no existen instalaciones de estas mismas características, por lo que en un futuro se espera que firmas e instituciones de otros países también puedan sacar provecho del Flanders’ Bike Valley.
