La bicicleta cuenta con millones de usuarios en todo el mundo que la utilizan como una herramienta deportiva para rodar por carretera o montaña. También son muchos los que conciben su uso como una alternativa a otros medios de transporte, especialmente en la ciudad, para desplazarse a sus trabajos o para realizar sus compras. Hoy en día, esto último ha cobrado especial protagonismo a causa de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y supone una opción en auge para contribuir a una menor saturación de otro tipo de transportes, ya sean públicos o privados.
Tal y como recoge el último Barómetro de la Bicicleta en España, diversas asociaciones abogan por cambios en las ciudades para que el uso de la bici pase de frecuente a diario. Y es que según este estudio, en 2019 alrededor de un 72% de los hogares españoles contaba, al menos, con una bicicleta, mientras que su uso está aumentando y hasta un 51% de la población española entre 12 y 79 años la utiliza frecuentemente. De todas formas, para entrar en una nueva era de movilidad sostenible son necesarias medidas determinadas.
Movilidad urbana sostenible
Algunas ciudades europeas trabajan hace tiempo en actuaciones concretas para dotar de mayor protagonismo a la bicicleta, como por ejemplo aumentar los carriles destinados a las mismas, ampliar las vías con velocidad limitada a 30 km/h o separarlas físicamente de los vehículos a motor. Porque convertir la bici en uno de los principales medios de transporte urbanos para realizar nuestros desplazamientos conlleva múltiples beneficios a nivel social y personal, pero requiere de conciencia y apoyo por parte de todos.
En primer lugar, cuando cogemos la bicicleta estamos practicando ejercicio y permanecemos activos, lo que ayuda a cuidar nuestra salud. Además, no contamina y su mantenimiento suele ser poco costoso, por lo que contribuye también al ahorro económico.
A todo lo anterior, se suma la facilidad para desplazarse por múltiples espacios y una mayor accesibilidad, lo que permite explorar entornos a los que no sería posible llegar con otro tipo de transporte. Además, resulta más sencillo encontrar un sitio para estacionarla o guardarla.
Por otra parte, la bicicleta está considerada como un medio de transporte seguro, puesto que los accidentes son minoritarios en comparación con otros vehículos. De hecho, las estadísticas estiman dos incidentes de bici por cada 100 de coche.
La tecnología, una aliada
Ante este nuevo escenario y la posibilidad de considerar a la bicicleta como un medio de transporte mayoritario, resulta imprescindible contar con las condiciones necesarias en las ciudades y también ayudarse de las herramientas disponibles para lograr este cambio.
En este sentido, los ciclocomputadores, GPS y aplicaciones móviles son unos grandes aliados. Con estas herramientas puedes usar sus mapas con navegación específica para ciclismo y disfrutar de múltiples beneficios: llevar un registro de los kilómetros recorridos, indicaciones giro a giro, búsqueda de destinos y puntos de interés, alertas, información meteorológica… Productos como los de Garmin, Sigma o Wahoo son muy recomendables por su calidad, mientras que si hablamos de apps para smartphone, komoot o la propia Google Maps son también útiles.
Otra función muy práctica es la de mantener a familiares y amigos informados acerca de tu posición en tus desplazamientos en bicicleta, para su mayor tranquilidad. Esto es posible por ejemplo con los ciclocomputadores Garmin Edge, que emparejados mediante Bluetooth con un teléfono móvil compatible se benefician de prestaciones como LiveTrack, que muestra tu posición en tiempo real. Asimismo, para mayor comodidad, en la pantalla de estos dispositivos puedes ver las llamadas y mensajes de texto. Por si fuera poco, algunos GPS para ciclismo como los Edge detectan también si sufres un accidente y pueden enviar tu ubicación al contacto de emergencia que predetermines previamente.
La bicicleta siempre ha sido una opción óptima de movilidad urbana sostenible, pero ahora cobra todavía un mayor protagonismo como medio de transporte debido a la coyuntura actual provocada por el Covid-19. Si sólo la empleas para practicar deporte, entrenar o en salidas recreativas esporádicas, éste es un buen momento para que, siempre bien equipado y con las precauciones adecuadas, se convierta también en una herramienta habitual para tus desplazamientos por la ciudad.
FOTOS: GripGrab y Garmin