En esta ocasión sometemos a prueba a una de las bicicletas más completas del mercado, un modelo de altas prestaciones que destaca igualmente por su gran confort. Estamos hablando de la Trek Domane, una bici que se ha popularizado especialmente a raíz de las victorias de Fabian Cancellara en las clásicas sobre pavés.
Si a un ciclista como el suizo la Domane le ha ayudado a triunfar en las carreras más duras, es obvio que a la práctica totalidad de los usuarios le satisfará su rendimiento, aunque hemos querido comprobarlo igualmente en persona. Para ello, hemos rodado durante semanas con una Domane Serie 6 montada mediante el programa de personalización Project One.
Como hemos contado en otros artículos, este programa permite al usuario elegir todos los detalles de su bicicleta Trek, desde el cuadro a los componentes o la decoración. En este caso el cuadro de carbono OCLV Serie 600 de la Domane Serie 6 se ha equipado con productos Bontrager -de los que os iremos hablando a lo largo del test- y el grupo electrónico Shimano Ultegra Di2.
Cuadro
Empezaremos explicando una de las claves de las prestaciones del cuadro de la Domane. Se trata de la rótula IsoSpeed, que se sitúa en la conjunción del tubo vertical y el horizontal con los tirantes. Ésta actúa a modo de suspensión y permite al tubo del sillín rotar de forma independiente. De esta forma la bici absorbe las irregularidades del terreno sin perjudicar la eficiencia del pedaleo.
Trek también ha aplicado la tecnología IsoSpeed en la horquilla, cuya notable curvatura y punteras retrasadas ofrece igualmente una notable absorción vertical. Asimismo, su rigidez garantiza un gran nivel de control y estabilidad, algo en lo que también juega un papel importante la pipa de dirección asimétrica E2.
En cuanto a los tubos, destaca la robustez y generoso tamaño de la parte baja del cuadro, en lo que Trek ha llamado Power Transfer Construction. Tubo diagonal, pipa de dirección y vainas ofrecen una rigidez excepcional que permite exprimir al máximo cada pedalada. Además, el ancho eje de pedalier BB90 es otro de los puntos clave del cuadro de la Domane que explica su alto rendimiento.
En el confort de este modelo de la marca estadounidense también influyen otros elementos como los finos tirantes traseros o la tija integrada Ride Tuned, que ayudan a atenuar la vibraciones de la carretera. Por otra parte, no podemos olvidarnos tampoco de detalles como el guiado de cables interno optimizado tanto para grupos mecánicos como electrónicos, el guía cadenas integrado 3S, los soportes ocultos para guardabarros o el sensor DuoTrap de la vaina izquierda, que acaban de conformar un conjunto excepcional.
Equipamiento
Como decíamos anteriormente, la Trek Domane que hemos probado montaba componentes y accesorios Bontrager, que son siempre una garantía. Las ruedas eran una RXL Tubeless Ready con neumáticos R3. Pese a ser un modelo de gama media y un peso de 1.440 gramos el par, nos ha gustado su solvencia y respuesta. Sin duda su aplomo y fiabilidad están muy en consonancia con las virtudes de la Domane y son ideales para el día a día.
En cuanto al manillar, éste era un RXL VR-CF IsoZone de fibra de carbono con almohadillas de espuma IsoZone, que amortiguan las vibraciones notablemente. Este hecho junto con su agarre ergonómico lo hacen una inmejorable opción para equipar una bicicleta confortable y de alto rendimiento como la Domane. Además, la potencia Bontrager RXL de aleación de aluminio es igualmente ligera y efectiva, por lo que forma un gran tándem con este manillar.
En este apartado cabe destacar también el sillín Bontrager Paradigm RXXXL, del que ya os ofrecimos una prueba específica en TopBici.es y que, como explicamos, combina deportividad y comodidad a partes iguales.
Finalmente, en cuanto al grupo, no descubriremos ahora las virtudes del Shimano Ultegra Di2. Su suavidad, fiabilidad y rapidez son de sobras conocidas y lo sitúan en un nivel de excelencia como pocos otros grupos.
En marcha
Todas la virtudes que se le presuponían a la Domane antes de subirnos a ella quedaron confirmadas casi desde el primer momento. Su geometría relajada enfocada a las largas distancias y con una pipa de dirección ligeramente elevada es perfecta para pasar horas sobre el sillín.
Rodar sobre ella es un placer incluso en carretera irregulares y con el asfalto roto. Su capacidad de absorción es más que notable, especialmente a altas velocidades, que es cuando la rótula IsoSpeed saca a relucir todo su potencial. Si el tren trasero de esta bicicleta es cómodo, no lo es menos el delantero, gracias especialmente a la horquilla.
Otro de los aspectos de la Domane que nos han gustado tanto como el del confort ha sido su enorme estabilidad. Como hemos observado tanto en salidas relajadas como en marchas cicloturistas, ya fuera en llano o en descensos, la seguridad y manejabilidad que aporta el cuadro permite al ciclista estar más relajado y centrarse en rodar lo más rápido posible.
Y es que aunque esta Trek sea un modelo en el que el confort destaca sobremanera, no es menos notable su rendimiento. No hay que olvidarse que estamos ante una bicicleta de competición, algo que demuestra su rigidez y capacidad de transferencia de la potencia del pedaleo cuando queremos rodar rápido. Además, incluso de pie sobre los pedales, se puede comprobar que no perdemos ni un vatio de potencia y que la tecnología IsoSpeed no penaliza en este aspecto.
Prácticamente ningún pero se le puede poner a una bicicleta como la Domane. Los más puristas dirán que su cuadro no es el más ligero o que la posición que ofrece es mucho menos aerodinámica que en otros modelos, pero para ello Trek tiene otras propuestas como la nueva Émonda o la reputada Madone, respectivamente.
Además, las opciones son casi infinitas, no sólo gracias al programa Project One, sino también porque la firma norteamericana ofrece diversas versiones de carbono (Series 6, 5 y 4) y de aluminio (Serie 2), cuadro para frenos de disco o estándar, y modelos específicos para mujer. Sin duda, hay una Domane para prácticamente cada ciclista y cada presupuesto.
+ Positivo: Capacidad de absorción · Estabilidad · Geometría
– Negativo: Peso
Galería de fotos
FOTOS: Esteve Ripoll