La innovación es uno de los pilares fundamentales de Selle Italia. Esto lo podemos comprobar por ejemplo en sus nuevos sillines de bicicleta con cubierta impresa en 3D: SLR Boost 3D, Novus Boost Evo 3D y Watt 3D.
De todas formas, una empresa con más de 125 años de vida no puede obviar su rica historia y algunos de sus productos más icónicos. Por ello, la marca italiana ofrece dentro de su gama Heritage dos de sus sillines de carretera clásicos: el Turbo, su primer modelo utilizado en competición por ciclistas profesionales allá por 1980, y su heredero, el Flite.
Ambos están disponibles en tres acabados: Bonnie, en piel de color negro con un ribeteado cosido; Bullit, en marrón oscuro con líneas de decoración; y Racer, en marrón claro con un estilo clásico. Todos ellos se encuentran únicamente en talla idmatch L1 (con 146 mm de anchura). En cuanto a su precio, los Flite cuestan 149,90 euros y los Turbo, 109,90 €.
En TopBici hemos tenido la oportunidad de probar concretamente el Flite Bonnie. Aunque esta versión no disponga de él, cabe recordar que el Flite original fue el primer sillín con apertura central anatómica, abriendo el camino a los sillines modernos. Gracias a este elemento, este modelo mejoró su flexibilidad y su comodidad.
Diseño clásico, construcción moderna
Lo primero que llama la atención del Selle Italia Flite Bonnie es, lógicamente, su atractiva imagen. Su diseño retro nos ha encantado, la verdad, y estamos seguros que la mayoría de amates del ciclismo coincidirán con nosotros en ello.
Está fabricado a mano con cuero auténtico de gran calidad. Los ribetes cosidos y su logotipo de estética vintage (donde se puede leer ‘Milano, dal 1897’ en honor a los orígenes de la marca, ubicada ahora en Casella d’Asolo, Treviso) le dan un toque único con mucha clase.
Obviamente, su diseño no encajará en todas las bicicletas ni es para todo tipo de ciclistas, pero es innegable que se trata de una pieza de gran belleza. De hecho, Selle Italia cataloga al Flite Bonnie y al resto de sus modelos de la gama Heritage para un uso urbano en lugar de para ciclismo de carretera, como fueron inicialmente creados. Y es que en las calles de tu ciudad es donde más lo lucirás, aunque lógicamente también puedes usarlo en carretera.
Pese a su estética clásica, sus materiales y construcción son modernos. La base de composite y los raíles de aleación de titanio (TI 316) de 7 mm de diámetro aseguran un buen rendimiento. De todas formas, no es un sillín para rodar rápido, sino para disfrutar de tus salidas en bicicleta con clase y estilo.
Carácter urbano
Con unas medidas de 280 milímetros de largo (más que la mayoría de los sillines actuales: por ejemplo el Flite Boost mide 248 mm) y 146 mm de ancho, el peso del Flite Bonnie es de 230 gramos, una cifra muy buena. En este sentido, este modelo es bastante más ligero que los Turbo, que pesan 367 g. Esto se debe sobre todo a que estos últimos tienen raíles de aluminio y más acolchado.
Un sillín con unos orígenes tan antiguos tiene lógicamente sus limitaciones, especialmente en lo que a ergonomía se refiere. No queremos decir para nada que no sea cómodo, sino que sus formas no están tan evolucionadas en este sentido como los modelos modernos de hoy en día, que suelen ser más cortos y estrechos, con menos material y perfil más anatómico.
De todas formas, para el uso para el que están pensados los sillines Selle Italia Heritage, -urbano como hemos dicho-, su confort es más que aceptable. Sin duda, en salidas cortas y relajadas con paradas por el camino es cuando más disfrutaremos de un sillín vintage como este. Y es tan bonito…
+ Positivo: Estética
– Negativo: Ergonomía
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