El sacacorchos Campagnolo BIG se viste con la aleación más noble del mundo para una exclusiva edición limitada. Las nuevas versiones chapadas en oro The Gold y The Rose Gold nacen para reinterpretar este icónico producto de la marca italiana. La calidad atemporal de un objeto símbolo del diseño Made in Italy alcanza así nuevas cotas en su forma más preciosa y elegante.
La belleza y excelencia constructiva de este sacacorchos se combinan con una extrema funcionalidad. Para evitar que una extracción incorrecta del tapón deje restos de corcho en el vino, el Campagnolo BIG está diseñado para que el tornillo sin fin se centre automáticamente en el corcho y garantice así una óptima extracción.
La versión The Gold está chapada en oro de 24 quilates, mientras que la The Gold Rose, en oro de 18 quilates. Con un precio de 1.950 euros, se trata de la edición más lujosa y exclusiva de este característico producto de Campagnolo.
Afortunadamente, quienes quieran poseer o regalar esta histórica pieza, también tienen a su disposición otras versiones mucho más asequibles: con acabado en titanio, por 209 €; cromada (oscura o clara), por 199 €; y la estándar (satinada o bronce), por 179 €. Como el resto de artículos de colección de Campagnolo, se pueden comprar a través de su tienda online, donde podéis encontrar también otras grandes ideas para hacer regalos en Navidad.
Historia de una innovación
Con sus innovaciones en el campo de la mecánica del ciclismo, Tullio Campagnolo, fundador de esta mítica marca, reescribió la historia de la bicicleta moderna. Para millones de aficionados, el cambio Campagnolo es simplemente «el cambio» por excelencia.
De todas formas, la verdadera creatividad difícilmente puede limitarse a unos confines precisos. Y en el caso de Tullio Campagnolo, se expresó en distintos ámbitos, no solo en el deporte, dando lo mejor de sí mismo en los momentos de dificultad.
Nace Campagnolo
11 de noviembre de 1927. Tullio Campagnolo, joven promesa del ciclismo, está escalando el puerto de la Croce d’Aune. Los dedos entumecidos por el frío le impidieron desenroscar las tuercas de mariposa del buje para cambiar de marcha. De la rabia, surge una idea: rediseñar la palanca de la tuerca para que pueda accionarse incluso en condiciones adversas.
El 8 de febrero de 1930 se presentó la patente de las «mariposas automáticas», la primera de otras 135 que seguirían a lo largo de los años. En 1933, Tullio fundó Campagnolo, con sede en la trastienda de la ferretería de su padre en Corso Padova 101, en Vicenza. El propio Tullio Campagnolo toma las peticiones de los corredores y las transforma personalmente en soluciones técnicas absolutamente innovadoras.
Llega el sacacorchos
Quizá tenía que brindar por una victoria o tomar una copa con algún campeón: lo cierto es que, en 1966, Tullio Campagnolo se lesionó la mano al abrir una botella de vino. Esto despertó su ira, pero también su genialidad. Así, en pocos minutos, diseñó un nuevo tipo de sacacorchos que se convertiría en un objeto de culto y de colección con el paso de los años.
Tullio estaba con razón orgulloso de su sacacorchos, que, como todas las patentes de Campagnolo, es una pequeña joya mecánica. Una campana telescópica autocentrante coloca el tornillo sin fin exactamente en la parte central del tapón: una vez que se encaja el tornillo sin fin, las dos palancas sacan el tapón de manera suave y sencilla. Así se evita romper el cristal, agitar la botella y levantar los sedimentos típicos de los vinos envejecidos.
Además, el sacacorchos está diseñado para no perforar nunca la parte inferior del tapón y evitar así que caigan trozos de corcho en el vino. Un instrumento de precisión realizado en la misma fábrica que los componentes para bicicletas de alta gama. De hecho, por ejemplo, la fijación de las dos palancas al cuerpo del sacacorchos está realizada con tornillos derivados del conjunto de platos y bielas Super Record de los años 70.
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