La victoria de Matej Mohoric en la pasada Milán-San Remo demostró que las tijas telescópicas también tienen su hueco dentro del ciclismo de carretera. No en vano, el corredor esloveno del equipo Bahrain Victorious se impuso en la clásica italiana con una versión de la FSA Flowtron AGX instalada en su bicicleta Merida Reacto, un componente que le ayudó en momentos puntuales del recorrido.
Las tijas de sillín telescópicas son un elemento habitual en las mountain bikes y cada vez se empiezan a ver más en las bicicletas de gravel, pero todavía no se emplean apenas en la carretera. De todas formas, marcas como FSA están apostando por ellas, como lo demuestra el propio triunfo de Mohoric en La Classicissima y su revolucionaria elección técnica.
De todas formas, la introducción por parte de FSA de las tijas telescópicas en el ciclismo de carretera y el mundo de la competición se remonta aún más atrás. Y es que la marca italiana no solo patrocina equipos y ciclistas, sino que también trabaja en estrecha colaboración con ellos para desarrollar productos innovadores.
FSA ha creído durante mucho tiempo en las ventajas de las tijas ajustables, incluso en el mundo de la carretera. Las primeras pruebas de un modelo de este tipo se remontan nada más y nada menos que a 2011. Algunos de los primeros ciclistas que adoptaron esta solución fueron Ivan Basso en aquel año y, más tarde, Vincenzo Nibali durante el Giro de Italia de 2016.
La introducción de este sistema fue posible gracias a la modificación del reglamento UCI solicitada por la FSA en 2014, que permite el uso en carrera de tijas regulables con un recorrido máximo de 5 centímetros. Ahora, la victoria de Mohoric puede suponer su definitiva popularización en el ciclismo de carretera.
Más de una década de pruebas
Evidentemente, desde 2011, cuando FSA empezó a probar las tijas telescópicas en bicicletas de carretera, hasta hoy, el mundo del ciclismo y el material empleado en competición ha cambiado mucho. Lo que ha permanecido invariable es el beneficio comprobado de este componente en ciertos momentos, que es el motivo que ha impulsado a la marca trasalpina a seguir impulsando esta innovación.
En la pasada Milán-San Remo 2022, Matej Mohoric supo marcar diferencias en tramos de descenso gracias al uso de la tija telescópica. Al bajar su centro de gravedad modificando la configuración de su bicicleta, no solo la hizo más aerodinámica, sino que también cargó más peso en el eje trasero, aumentando la estabilidad y consiguiendo tener mucha más velocidad en cada curva.
La elección técnica de Mohoric no fue ni mucho menos improvisada, ya que el corredor esloveno trabajó con FSA el pasado invierno en el desarrollo de esta solución. Incluso la colocación del mando remoto para activar la tija telescópica estuvo estudiada, ya que optó por situarlo en la curva de su manillar Vision -en lugar de en la parte superior, donde es habitual- para tener acceso rápido a él sin soltarse.
Tija telescópica FSA Flowtron AGX
Los ciclistas de carretera aficionados que quieran aprovechar los beneficios de las tijas telescópicas también lo pueden hacer gracias a los diversos modelos que ofrece la propia FSA. Dentro de su gama Flowtron encontramos tres opciones, dos para mountain bike y una para gravel que puede emplearse asimismo en bicicletas de carretera: la Flowtron AGX.
Compacta y ligera, esta tija de sillín de aluminio ofrece un ajuste simple y una gran facilidad de manejo. Su muelle ajustable permite al usuario configurar la firmeza o ligereza con la que desea que funcione la leva del mando.
La cabeza de la tija esta integrada en el tubo superior, lo que no solo da un mejor aspecto sino que además permite reducir la profundidad de inserción. Con un diámetro de 27,2 mm, cableado interno, compatibilidad con sillines de raíles estándar de 7 mm u ovalados de 7×9 mm, una longitud de 363 mm y un recorrido de 100 mm, la FSA Flowtron 27.2 AGX se puede adaptar a una gran cantidad de bicicletas gravel y de carretera.
El peso de esta tija de sillín telescópica es de 510 gramos, a lo que hay que sumar unos 80 g más del control remoto. En cuanto a su precio, la FSA Flowtron AGX cuesta 321 euros.
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